La vivienda se ubica en una urbanización residencial periférica, próxima a la costa, dentro del núcleo de Tacoronte. El lugar ofrece unas magnificas vistas hacia el mar, dada la pendiente pronunciada del terreno.

La construcción se plantea como dos volúmenes puros, escalonados, adaptados a la topografía del terreno y unidos entre sí, mediante un vacio-patio interior y una pasarela de vidrio que los conecta en el nivel superior.

El volumen o caja mayor, se ubica en el nivel inferior de la parcela, presentando dos alturas. La planta baja contiene el estar-comedor y cocina, conformando un espacio continuo abierto al jardín trasero, mientras que el nivel superior alberga el dormitorio principal, vestidor, baño y un espacio orientado a biblioteca, totalmente abierto al paisaje y que vuela sobre el nivel inferior.

El volumen ubicado en la cota superior de la parcela contiene dos dormitorios, un espacio polivalente y un baño, contando con total independencia.

La escalera, desarrollada transversalmente a la pendiente del terreno, conforma un eje que conecta interiormente las tres alturas existentes, articulando los dos volúmenes.

Los accesos a la vivienda se desarrollan en dicho eje transversal, a cotas diferentes. Uno a cota del nivel superior y otro a una cota intermedia.

El volumen principal se horada con un vacío interior, que unido al vacio–patio que une ambos volúmenes, genera espacios fluidos, dando continuidad a las vistas en sentido longitudinal, generando visiones diagonales, transparencias, vistas panorámicas y recorridos visuales entre el exterior y el interior. Esta ambigüedad entre interior y exterior es uno de los aspectos perseguidos a la hora de proyectar la vivienda.

Se concibe la casa como un espacio intimo que se asoma al exterior. La vivienda se vive interiormente y se abre al patio interior y los espacios exteriores, que se convierten en extensiones de la propia vivienda. Esa intimidad interior se potencia con la incorporación del sonido del agua y la presencia de vegetación en el interior de la vivienda, dentro de la caja de luz que constituye el vacio-patio que sirve de nexo de unión de los dos volúmenes claramente definidos.

La pureza de las formas se traslada al esquema estructural de la vivienda y los materiales exteriores e interiores empleados.

El sistema constructivo utilizado pretende potenciar los conceptos de continuidad y transparencia que conforman el germen del proyecto. El uso del vidrio y perfiles metálicos, ayudan a lograr el objetivo.

La vivienda se ejecuta con una estructura mixta de pilares y vigas de hormigón y perfiles metálicos, permitiendo una mayor ligereza interior. El material que nos permite la continuidad visual deseada es el vidrio. Se utilizan paños que llegan a alcanzar dimensiones de 2,40 x 3,00 m, reduciendo el uso de la carpintería de aluminio. Las barandillas interiores también son de vidrio y carecen de pasamanos. Por último, una pasarela de vidrio, sobre perfiles de acero, une los dos volúmenes principales.

Se han empleado materiales como microcemento para el pavimento de la cocina, aseo y revestimientos verticales en paramento y fuente del vacio-patio, así como en paredes y techo del aseo y baño principal o parquet de bambú para el resto de las estancias, con excepción de los baños que cuentan con pavimento de gres porcelánico.

Exteriormente se emplea mortero monocapa, garantizando la continuidad del paramento. La entrada principal, retranqueada, se enfatiza con el empleo de revestimiento de microcemento de color gris.

La carpintería exterior es de aluminio anodizado, color negro, con rotura de puente térmico y doble acristalamiento.

La cubierta invertida, cuenta con protección de grava y alberga los paneles solares.

FICHA TÉCNICA

Localización: Urbanización Jardín del Sol (Tacoronte)

Superficie de parcela: 512,56 m²

Superficie construida: 256,00 m²

Arquitecto: Carlos Galisteo Ortega

Arquitecto Técnico: Alberto Méndez del Hoyo